8 Y luego cuando me metí entre ellos vi que estaban divididos en semejante número de organizaciones como nosotros en la bautista. Pensé que era un solo grupo. Pero descubrí que habían toda clase de grupos, discutiendo entre sí mismos casi igual como nosotros los bautistas y los demás. Y estamos casi iguales.

9 Y luego—luego, en vez de entrar y unirme con las asambleas o los unitarios, o la iglesia de Dios, y todos aquellos hombres muy finos, en todos los grupos, mejor me paré entre todos y dije, “Somos hermanos. No discutan el uno con el otro”. Ahora si Satanás nos puede mantener peleando entre nosotros mismos, él no tiene que pelear. ¿Ven? Pero cuando entrenamos las armas en él, y no en nuestro prójimo, y comenzamos a amarnos los unos a los otros, y teniendo compañerismo el uno con el otro, entonces comenzará el Milenio.

Mensaje: "Dios Ocultándose En Simplicidad"
Rev. William Marrion Branham
12 de abril de 1963